Declaración del Artista
Como artista, me sumerjo en los intensos y complejos tapices de las historias humanas, capturando la esencia de cada individuo que pinto. Mis retratos son más que simples representaciones de rostros; son narrativas visuales que revelan la profunda belleza encontrada en la verdad y la experiencia.
En el mundo de hoy, las redes sociales a menudo presentan una fachada curada de perfección, ocultando el verdadero y a menudo tumultuoso viaje que cada persona atraviesa. Mi trabajo desafía esta norma al revelar, en lugar de ocultar, los eventos de la vida y las cicatrices que nos forman. Escucho la historia de cada persona, absorbiendo los elementos que han definido su viaje. Estos elementos—ya sean recuerdos, triunfos, dificultades o cicatrices—se convierten en partes integrales de mis pinturas.
A través de este proceso artístico, celebro la belleza de la autenticidad. Cada retrato es un testimonio de la experiencia humana – única y sin filtros , enfatizando que nuestras imperfecciones e historias son lo que realmente nos hace hermosos. Mi trabajo es una declaración en contra de la representación de vidas fantasiosamente perfectas, abogando en cambio por el reconocimiento y la apreciación de nuestras experiencias reales y vividas.
«Las historias y emociones ilustradas a través de líneas en las esculturas – como se ve también en las 100 Urban Faces (100 rostros urbanos) – abandonan el papel y se enriquecen con la plasticidad de la arcilla. El dibujo plano, bidimensional e intuitivo y su impulso por volverse tridimensional caracterizan una gran parte de mi trabajo.»
Acerca de la artista
Atamayka es una artista de Venezuela que vive en Austria. Nació en Caracas en 1970, y pasa su infancia entre la capital venezolana y Austin, Texas, en los Estados Unidos. Al culminar su escuela secundaria, se entrena en diseño de modas y completa posteriormente la carrera de diseño gráfico en la universidad; luego comienza sus estudios de arquitectura. Todos estos programas le permiten adquirir las técnicas y el conocimiento de materiales que darán forma a sus actividades artísticas.
Después de actividad académica constante, el deseo de «aventura» y «algo más que estudiar,» crece. En 1999, no inscribe el semestre de verano y decide viajar a Europa a visitar amigos. Este «corto viaje a Europa» ha durado ya veinticuatro años … Paralelamente a su trabajo artístico, ha trabajado desde el 2007 como diseñadora gráfica en Austria.
Desde 2006 trabaja preferiblemente en la creación de esculturas en cerámica y la pintura acrílica.